La Constitución de 1917 es la principal impulsora de la participación ciudadana en México “En la LIX Legislatura honramos las conquistas para fortalecer la participación ciudadana y trabajamos para seguirla impulsando”: Connie Herrera. Después de la Revolución Mexicana, la Constitución Política de 1917, es el documento más importante de los mexicanos, pues integra las leyes que el país necesita en cada momento de transformación social, política y económica, en los que la participación ciudadana es el derecho que ha tenido atención y cuidado, con la finalidad de garantizar la democracia en nuestro país. En este sentido, la presidenta de la Comisión de Participación, diputada de Querétaro Independiente, Connie Herrera Martínez, destacó que este derecho de los ciudadanos, tiene como principal sede a esta entidad, en donde se sigue legislando para adecuar las leyes y garantizar la participación ciudadana. “En la LIX Legislatura honramos las conquistas para fortalecer la participación ciudadana y trabajamos para seguirla impulsando, como lo hemos logrado a través de la Fracción Legislativa Querétaro Independiente, con la reforma y adición al artículo 38 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Querétaro, para la creación de Comisiones de Participación Ciudadana en los 18 Municipios”. Indicó que como Querétaro, en donde no se ha dejado de seguir adecuando y armonizando las Leyes de acuerdo a la realidad de sus ciudadanos, las autoridades en México deben tener la voluntad para ajustar el marco legal, de acuerdo a las necesidades sociales. De la constitución de 1857 a la de 1917, los protagonistas que han llevado a las reformas legales, son los ciudadanos, a través de los diputados Constituyentes, quienes integraron los compromisos sociales adquiridos y respaldaron los cambios políticos que exigía el Estado postrevolucionario. Y fue justamente en la Constitución Política de 1917, en la que se dieron los pasos más firmes para la inclusión de la participación ciudadana, como una plataforma de justicia social: Se integró por primera vez en su Artículo 5º, el concepto de derechos políticos como el de “votar y ser votados”. En el Artículo 39 se consideró que “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo; que todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.” En el Artículo 6º, se contempló el derecho a la información como una garantía del Estado a los ciudadanos, y la libertad de expresión que ya estaba considerada desde la Constitución de 1857. En 1977 se estableció que este derecho a obtener información, informar y ser informada, debe ser garantizado por el Estado. Un año después en 1918, en la Ley para Elecciones de Poderes Federales, se estableció la “no reelección, sufragio efectivo, elección directa y libertad de participación política con la universalidad del sufragio”, en el que sólo se integraron hombres mayores de 21 años si eran solteros, y de 18 años si eran casados, por lo que no se respetó cabalmente el concepto de universalidad. Para 1953 las mujeres mayores de edad, consolidan su carácter de ciudadanas y el derecho al voto a nivel municipal. En 1954 se reformó la Ley Electoral Federal, en donde se garantiza el derecho de las mujeres para votar y ser votadas. La fortaleza de la participación ciudadana se alcanza en los años 60, con las movilizaciones sociales por ejemplo, en 1968 con los movimientos estudiantiles; a partir de entonces se comenzaron a conformar las organizaciones sociales. A finales de esta década las únicas asociaciones eran los sindicatos y sectores de obreros, campesinos, iniciativa privada y populares que eran reconocidas o fundadas por el Estado. Estas organizaciones de la sociedad civil, son la primera plataforma por la que los ciudadanos se involucraron en los asuntos de interés público y se convirtieron en los principales promotores de los derechos humanos y políticos. En 1969, se reformó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para atender demandas en materia de participación ciudadana: El Artículo 34, redujo la edad mínima para poder votar de los 21 a los 18 años y obtener la ciudadanía. En 1972, se dio otra reforma a la Constitución específicamente en los Artículos 55 y 58, con la finalidad de bajar los requisitos de edad mínima para ser votado: Para ser diputado pasó de 25 a 21 años. Para ser senador, de 35 a 30 años. Pero en 1999 se hizo otra reforma, en la que se redujo la edad de 30 a 25 años. En 1973, se creó una nueva Ley Federal Electoral, en la que se definen las características del voto, como: “universal, directo y secreto para todos los cargos de elección popular”, y estableciendo que el voto es “un derecho y una obligación para el ciudadano”. En 1977, se planteó como un punto de la reforma política del gobierno en turno, el interés del Estado por ampliar las opciones de representación política de la ciudadanía, y permitir al gobierno federal conocer las inquietudes y demandas de la población en general, sobre todo de las minorías. Con este precedente, se creó un nuevo espacio para que las asociaciones políticas, instituciones académicas y en general, con el fin de que expusieran sus ideas en torno a dicha reforma. Para México, uno de los parteaguas más importantes, fue el terremoto de 1985, debido a que se vio rebasada la capacidad del gobierno en la atención de todos los damnificados y la sociedad se organizó, se movilizó y auxilió de manera conjunta con las autoridades; esto permitió a las personas un cambio en su percepción sobre el quehacer gubernamental y comenzaron a participar con propuestas para dar soluciones a los asuntos públicos. La sociedad siempre ha estado involucrada en trabajar con las autoridades, con la finalidad de resolver y fortalecer el desarrollo integral, por lo que ha sido constante en esta tarea, pero quizás de manera pausada, pero no menos importante; es vital traer al presente las conquistas obtenidas por la ciudadanía, pues podemos visibilizar que los esfuerzos nos han sido en vano, señaló la diputada Connie Herrera. El verdadero reto, es uno, garantizar la participación ciudadana y dos, que esta se vuelva una cultura de acción para la sociedad, en la que encuentren un mecanismo para acompañar a las autoridades en la construcción de Querétaro y de nuestro país, para alcanzar la gobernanza y la legitimación de las decisiones de los gobiernos, apunto la legisladora de Querétaro Independiente. Por lo pronto, existe la garantía de que en 6 meses se instalen en los 18 municipios las Comisiones de Participación Ciudadana y seguir avanzando en este legado histórico, para darle a las personas la posibilidad de proponer y ser parte del cambio transformador de su entorno. Sólo así se fortalecerá la ciudadanía y nuestro futuro, concluyó Connie Herrera Martínez. *Información enviada de la oficina de la diputada Ma. Concepción Herrera Martínez