La diputada Martha Fabiola Larrondo Montes encabezó la Conferencia “Capillas Familiares Otomí-Chichimecas”. La presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas de la LIX Legislatura, diputada Martha Fabiola Larrondo Montes, encabezó la Conferencia “Capillas Familiares Otomí-Chichimecas”, impartida por el Dr. en Arq. Jaime Font Fransi. La legisladora Larrondo Montes indicó que “esta es una oportunidad para conocer las riquezas que se tienen en el estado de Querétaro con este tipo de capillas, la mayoría ubicadas en el municipio de Tolimán, aunque también hay presencia de ellas en Ezequiel Montes, Cadereyta y en Colón, además de que es un patrimonio cultural que pocos conocen”. Consideró importante que por medio de estos eventos, se dé a conocer el trabajo de muchas personas que trabajaron para realizar este estudio. Además de que, como presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, se ha dado a la tarea de visitar las comunidades pertenecientes a este sector poblacional y acercarse a los especialistas en el tema, de quienes ha aprendido mucho, como el Doctor Font, quien tiene una gran experiencia, pero sobre todo el gusto, la pasión y la entrega para dedicarse a la historia de las capillas. El Dr. Jaime Font Fransi, es Arquitecto, Maestro en Restauración de Sitios y Monumentos, es miembro fundador del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos y miembro de la Academia de Arquitectura, ha obtenido diferentes premios nacionales en el área de conservación patrimonial y por su participación en la inclusión de los patrimonios mundiales de Querétaro ante la UNESCO, además de varias publicaciones. En su conferencia el Dr. Font informó que fueron más de 100 especialistas quienes conformaron el consejo que realizó un estudio de las Capillas Familiares Otomí-Chichimecas en todos sus aspectos, y que lograron que fueran declaradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dio a conocer que estas capillas se encuentran ubicadas en tres rutas de peregrinación conformada por tres cerros que conformaban un triángulo sagrado para los indígenas: la Peña de Bernal, el Cerro del Zamorano y El Cerro El Frontón, ya que de ellos bajaba el agua, que era un elemento muy importante para ellos. En esta zona se empiezan a construir las capillas familiares, que constituían un papel importante para los pueblos del siglo XVII al XIX, ya que era donde enterraban a sus muertos y su forma de vida era establecerse a su alrededor, no dejar nunca a sus antepasados, motivo por el que las comunidades no tienen un sistema de urbanización. El arquitecto dio a conocer que el Instituto Nacional de Antropología e Historia, solamente tenía reconocidas 155 capillas, pero al iniciar este estudio, se registraron 260, en algunas de ellas, se encuentran murales con paisajes bíblicos realizados por los mismos indígenas; además de 115 calvaritos, que son centros mortuorios, es decir, son espacios sagrados, en los que se encontraron testimonios prehispánicos. Informó que hasta el momento se han restaurado 48 y existen expedientes técnicos para continuar reconstruyéndolas.