Intervención del Diputado Paul Ospital Carrera, en representación del Grupo Legislativo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con motivo de la Sesión Solemne de Instalación de la LX Legislatura del Estado de Querétaro Agradezco enormemente la oportunidad que me da mi compañera Graciela Juárez y mi compañero Juan Guevara, de poder hablar a nombre del Grupo Parlamentario del PRI. Es un honor representar aquí, a mi partido, que nació precisamente en este recinto histórico, en el otrora Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República. Pertenezco a un partido político que tuvo la oportunidad en el pasado reciente de servirle al pueblo queretano, y cumplió con creces. No podríamos entender el Querétaro moderno de hoy, sin la contribución histórica que le brindó el PRI. Sin embargo, también debemos ser profundamente autocríticos, y es que hace un par de décadas que hemos perdido el rumbo, cambiamos aquellas luchas sociales, por la comodidad de las oficinas, abandonamos las banderas colectivas, para defender intereses personales, y cambiamos muchas causas justas por agendas cupulares. Nadie, nadie nos robó nuestras banderas, nadie nos arrebató nuestra historia, simplemente las dejamos, alguien las tomó y las hizo suyas. En Querétaro hemos aprendido la lección. Y lo bueno es que en democracia siempre hay nuevas oportunidades, y estamos aquí para aprovecharla al máximo, aprender de los errores del pasado, para proyectar un mejor futuro. Porque diputadas y diputados, es triste admitirlo, pero también es una realidad innegable, hoy los estudios de opinión arrojan que nuestra institución en su colectivo nacional es la peor evaluada, es en la que menos confían y creen los ciudadanos. Así que le pregunta que bien vale la pena hacernos es ¿cómo resolver esto? ¿Cómo hacer de nueva cuenta este espacio de pensamiento colectivo, en donde converjan todas las voces, los sueños, las ideas, en donde se erija a través del debate y la discusión la democracia misma? ¿Cómo hacerle? Diría un gran sabio, hay que empezar por el principio… y el principio es aquí, en este recinto, en 1917 se discutió, se dio forma al Estado Mexicano, a través del diálogo y las distintas visiones se fundió el país en un solo documento: nuestra Constitución. Y en ese documento, en el apartado de los Poderes es muy claro, debe de haber una separación marcada entre el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial; una relación entre ellos de pesos y contra pesos. Lamentablemente, aquel espíritu de los Constituyentes del 17 se pervirtió durante el tiempo, sucedió en el Congreso federal y sucede ahora en los Congresos locales. Hoy, los Congresos dejaron de estar a la par del Poder Ejecutivo, se subordinaron, supeditaron y se dejaron seducir hasta llegar al sometimiento, y ahí, justamente ahí, es donde radica el fondo del problema de percepción que se tiene de los diputados, en el inconsciente colectivo, si un poder está por encima de otro, se vuelve inútil, no le sirve a la sociedad. Así que, compañeras y compañeros, no nos convirtamos en ese Congreso inútil, tenemos un área de oportunidad mayúscula, porque no nos engañemos, allá afuera se espera poco, o nada de nosotros; los invito a que sorprendamos a la sociedad, a darles los representantes que se merecen, el Congreso que soñaron aquí nuestros Constituyentes y los diputados que necesita nuestra gente. Y para cumplir con este propósito: ser útiles, debemos dejar fuera los extremos que no nos llevan a ningún lado; los dos extremos son malos, por un lado tenemos aquellos que confunden ser oposición con ser “opositodo”, y decir absolutamente no a cualquier propuesta que no sea de su partido, sin analizar, sin debatir, sin estudiar; pero del otro lado, tenemos el otro extremo, que es igual de peligroso, aquellos que utilizando el Poder Ejecutivo, dan línea a su mayoría parlamentaria para que aprueben sin cambiar ni un punto, ni una coma, cada una de las propuestas que hace; ninguno de los dos es bueno. En síntesis, los convoco a que este Congreso discuta todos los temas que los ciudadanos en la mesa familiar discuten todos los días, y nosotros estamos aquí para ello, ¿por qué no hacerlo? Pongamos todo sobre la mesa; no hay nada más peligroso en la vida que aquellos que piensan que algo no debe de cambiar, simplemente por el hecho de que siempre ha sido así. Debatamos, discutamos, argumentemos y lleguemos a acuerdos, aquí estamos para encontrar coincidencias, no diferencias. Que el bienestar de las familias queretanas y sus derechos sociales, siempre estén por encima de creencias religiosas, agendas o fobias personales. En el PRI encontrarán legisladores abiertos y francos, con una agenda liberal, progresista, feminista y social demócrata, una agenda de causas y cercana a las necesidades de la gente. Pero sobre todo, van a encontrar tres seres humanos con un profundo amor por su tierra, que queremos dignificar nuestro quehacer público. Los invito, a que si todos asumimos en lo individual este compromiso, en lo colectivo vamos a dignificar el Congreso del Estado. Estas páginas se comienzan a escribir hoy, de nosotros depende qué historia vamos a contar de esta Legislatura a nuestros hijos y a todo Querétaro. Les invito a que escribamos una historia de éxito.