En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Presidenta de la Comisión de la Familia de la LVIII Legislatura, diputada Leticia Mercado Herrera, rindió un reconocimiento a la Maestra Norma Saeb Camargo, por su incansable labor a favor de los derechos humanos.

Destacando la presencia del Diputado Mauricio Ortiz Proal; de  Juan de la Torre Jiménez, director del Instituto Municipal para Prevenir y Eliminar la Discriminación; de Liliana González Duarte, Asesora de Programas Filantrópicos; de Rebeca Luque Feregrino, Presidenta de Mujeres Universitarias A. C, y asociaciones civiles.

Por su parte, La legisladora, Leticia Mercado dijo que este es un reconocimiento a la lucha a favor de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo, en el que mujeres de todos los continentes, sin importar fronteras nacionales, diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se congregan para fortalecer el vínculo y reafirmar el compromiso social que se tiene en la defensa y garantía de los derechos humanos de todas las mujeres.

Expresó que el activismo social surge de la indignación por la injusticia, por ello, quienes lo ejercen tienen una responsabilidad social hacia aquellos que han sido vulnerados en sus derechos pero también, hacia quienes tienen la posibilidad de modificar esas condiciones con el objetivo de lograr que estos procuren la defensa y protección de los grupos más vulnerados en la sociedad.

Dijo que en una sociedad en la que la búsqueda de la libertad, la justicia y la igualdad es constante, el activismo es la puerta que brinda el medio necesario a través del cual se alcanzan dichos objetivos, por lo cual, ser activista requiere además de convicción, tiempo, pasión y coraje.

Por lo que reconocer el trabajo de aquellas personas que dedican su vida a la defensa y protección de los derechos de quienes se encuentran más vulnerables y que realizan acciones positivas todos los días para lograr una sociedad más justa e igualitaria es un deber moral de todos nosotros.

Por lo que la legisladora dijo que es un honor para ella reconocer a una mujer que ha sido activista social toda la vida, un ejemplo de lucha y entrega en la defensa, promoción de los derechos humanos y la igualdad de género; admirando el trabajo invaluable que ha realizado a favor de los grupos más vulnerables y al impulso de los derechos de las mujeres; pilar fundamental en esta historia de lucha para el logro de mejores oportunidades para todas las mujeres. No existe mejor reconocimiento y homenaje que continuar con su gran ejemplo.

Norma Saeb, por su parte agradeció este reconocimiento, pues no creyó que sus acciones la llevarían a ser parte de un reconocimiento, aunque, ciertamente, siempre fue insistente en el respeto a los derechos humanos porque siempre ha creído que todos los hombres son iguales en esencia, pero tienen derechos a tener diferencias de sexo, raza, color, religión, nacionalidad. Expresó que la mujer siempre ha sido pensante, crítica e incómoda, pues son inteligentes, con capacidad de análisis, opiniones propias y poco tomadas en cuenta. Expresó que nunca admitió que ser segregada por ser mujer, pero aun con la lucha de muchas mujeres, aun así todavía ganan menos que los hombres, desempeñando el mismo puesto.

Expresó que otra de las etapas de trabajo en derechos humanos la dedico a los ancianos quienes merecen respeto, trato preferencial acorde a su edad, y que así como nacieron con derechos, deben envejecer con ellos; manifestó que es fundamental la participación de las organizaciones de la sociedad civil  provocar y lograr cambios en las políticas públicas.

Actualmente forma parte de la asociación de mujeres universitarias que tiene como objetivo lograr una mayor presencia de las mujeres en el quehacer político. Admitió que es el momento para recibir este honor, ya que significa que sembró en tierra fértil y que cierra con broche de oro su labor en favor de los derechos humanos.

La trayectoria de la maestra Norma Saeb Camargo, quien nació el 8 de febrero de 1940, en la Ciudad de México, inició al estudiar la carrera de Relaciones Internacionales, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, en donde había solamente en su generación cinco mujeres, lo que despertó su interés en promover que más mujeres estudiaran carreras universitarias. Se involucró en el movimiento del 68, lo que marcó su activismo político y su compromiso con la promoción de la defensa de los derechos humanos.

Fue directora de capacitación del Instituto Matías Romero del Servicio Exterior Mexicano y en la Unidad Integral Piloto de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación, desde donde impulsó la creación de organismos públicos autónomos que pudieran vigilar el actuar de los gobiernos para que actuaran con respeto a los derechos humanos. Formó parte del grupo fundador de la CNDH y posteriormente fue secretaria ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Ya instalada en nuestro estado fundó “Mujeres Universitarias de Querétaro A. C.”, asociación que busca generar el empoderamiento de las mujeres. Fue nombrada consejera honorífica de la CEDH y desde hace ocho años trabaja por mejorar las condiciones de las personas de la tercera edad, especialmente de escasos recursos.

En 2008 fundó “Proyecto Milenario” y “Con los años a cuestas”, con la idea de formar grupos de adultos mayores y procurar una mejor calidad de vida resaltando los valores de la tercera edad como ejemplo de esfuerzo, perseverancia y alegría por vivir.

Su más reciente proyecto e ilusión es la formación de la Universidad del Adulto Mayor e institucionalizar políticas públicas que beneficien a todos los adultos mayores del estado.