El equilibrio de poderes, la transparencia y la rendición de cuentas, son elementos fundamentales para la democracia y la estabilidad de las instituciones.
El dialogo, como hilo conductor de la política, permite la retroalimentación y fortalece los acuerdos.
Nuestra función como legisladores es y debe ser, siempre representar a los ciudadanos, en un marco de concordia y respeto.
En ese contexto, quienes somos servidores públicos, tenemos un compromiso ineludible…dar resultados.
Son las ciudadanas y ciudadanos quienes evalúan nuestro desempeño, hacen ver nuestros aciertos y también… señalan nuestros errores.
Por ello, en el Partido Revolucionario Institucional, somos defensores de esos principios… y sostenemos nuestro actuar en las causas sociales.
Reafirmamos que el gobierno está para servir a la sociedad y que debe actuar siempre en favor de la gente.
Por eso, no somos indiferentes al momento que atraviesa México. Un momento difícil, marcado por la violencia y la delincuencia que afecta nuestra paz y tranquilidad.
Pero además, por decisiones unilaterales del gobierno nacional, que han vulnerado la autonomía de las entidades locales y reforzado el centralismo.
Primero la Ley Bonilla, luego la Ley Garrote, ahora ¿desaparición de poderes en Tamaulipas, Guanajuato y Veracruz?, mañana ¿Qué nos espera?
Por otro lado, la sociedad exige resultados y acciones concretas sobre temas de alta prioridad: seguridad, crecimiento económico, desarrollo social, protección al medio ambiente, entre otros.
¿Estamos realmente centrados en lo importante?
Por eso, es necesario revisar y contrastar el estado que guarda la administración pública, pues Querétaro no es ajeno al contexto nacional.
A cuatro años de haber iniciado la gestión del Gobernador Francisco Domínguez Servién, es dable reconocer que nuestra entidad federativa se mantiene estable, con finanzas sanas y entre las cinco economías de mayor crecimiento en el país.
Querétaro es un lugar propicio para la inversión y el progreso…. donde el crecimiento genera desarrollo y mejora la calidad de vida.
No obstante, debemos afrontar que aún queda trabajo por hacer…que los retos son muchos y el tiempo es poco.
En materia de seguridad, reconocemos los esfuerzos y acciones del actual gobierno…sin embargo, es necesario fortalecer la prevención del delito, mejorar la procuración de justicia y centrar la atención en las víctimas, pues la seguridad es lo más importante, es una necesidad básica.
Sin seguridad no hay nada.
Necesitamos protocolos de atención eficientes y eficaces para las mujeres. No podemos permitir que persistan conductas violentas que nos denigren o lastimen.
También la población requiere mayor infraestructura y mejores servicios. Si bien, en el tema del transporte se están dando avances, aún faltan acciones para que sea eficiente y de mejor calidad.
Debemos cerrar la brecha de desigualdad y pobreza que no solo lastima, sino lacera la convivencia social…pues todavía hay personas que siguen sufriendo carencias palpables y que no podemos, ni debemos ignorar.
Estos y otros retos exigen la acción oportuna del gobierno y la respuesta efectiva de todas las autoridades.
En el PRI, somos una oposición razonable y abierta al dialogo…que sirve a la sociedad y está atenta a la atención de sus necesidades.
Rechazamos los extremos, sean de un lado o de otro, así como el gobierno basado en apariencias, ocurrencias o improvisaciones.
La unidad y el acuerdo son y serán siempre, nuestra guía y directriz.
Por eso, mantendremos una postura abierta al dialogo, pero también crítica y enérgica frente a decisiones que afecten el bienestar de las y los ciudadanos, pues estamos convencidos que la política se hizo para construir y no para dividir.
Ya que, como bien decía Hellen Keller, “Solos podemos hacer poco, pero juntos podemos hacer mucho”.