Al cumplirse 4 años de Gobierno Estatal, es momento para evaluar los avances y replantear la siguiente etapa con miras a concretar lo planeado y consolidar los proyectos. Es fácil encontrar señalamientos, sin embargo, la administración que guarda el Estado de Querétaro es un asunto que debemos analizar desde diversas perspectivas.

El informe que se entrega a este Congreso para nuestra revisión y análisis se presenta en un momento particularmente difícil para nuestro estado, pero como todos sabemos, para el país en general. La inseguridad latente y que todos constatamos, es un punto que requiere de mayor atención en los tres niveles de Gobierno. Se equivocan quienes creen que pueden hacer de esta causa una bandera política, pues es tarea de todos. Gobierno y Sociedad buscan implementar estrategias reales para combatir este problema, aumentar los programas de capacitación en las fuerzas de seguridad y tener presente que sin la profesionalización de estos cuerpos, las intenciones y leyes son letra muerta.

Como Legisladores debemos valorar bien, para poder emitir un juicio equilibrado sobre el contenido de este informe, atendiendo a la realidad que se vive el estado y a la problemática que enfrentamos con los estados vecinos.

Como representante ciudadano, estoy en el mejor ánimo de construir, revisemos a conciencia los planes, avances y proyectos contenidos en este Informe de Gobierno, de tal forma que no se permitan distracciones, errores o deficiencias, y mucho menos dejar de señalar actos de corrupción, la comisión de los delitos, o la indiferencia hacia las causas que lastiman a nuestra sociedad. Gobernar no es fácil, por eso, también debemos reconocer los aciertos y respaldar los proyectos que sean en beneficio para Querétaro.

En cuanto al trabajo administrativo, es menester reconocer el esfuerzo realizado en la disciplina del gasto público, que ha llevado a una mejor percepción para atraer inversiones, promover el turismo, mejorar las vías de comunicación y aplicar mayores recursos a los programas sociales y de atención a grupos vulnerables.

Sin embargo, consideramos necesario mejorar las vías de acceso a la información, garantizar la transparencia en los concursos de obra pública, que las obras a ejecutar atiendan verdaderas necesidades y que cuenten con el respaldo de la población y que se ejecuten sobre todo en tiempo y forma.

El transporte público sigue siendo un reto. El creciente tránsito vehicular ahoga nuestras vialidades por falta de programas de transporte comunitario y por la incapacidad de impulsar una cultura vial.

Aunque se reconoce el esfuerzo en materia de ampliación de infraestructura de salud y espacios educativos, creemos que se deben distribuir mejor los alcances y beneficios de manera equilibrada a todas las regiones del estado. Es a estas áreas donde deben dirigir los ahorros de la eventual austeridad y control de gastos, a invertir adecuadamente en educación. Es invertir en el futuro, es invertir en nuestros niños, es invertir por un mejor Querétaro.

Hoy más que nunca, debemos comprometernos a participar en esfuerzos colectivos para consolidar nuestras instituciones, vivimos tiempos de cambios profundos, en una sociedad que día a día se torna más compleja y demandante.

Indudablemente hay avances, sin embargo, es mucho lo que falta por hacer y en este camino no faltarán intereses que se oponen a la transformación y algunos que buscan imponer formas impropias de Gobierno, ignorando que la política digna es aquella que actúa con la legalidad y que tiene como aspiración la realización de los valores morales del individuo y que sólo un estado de derecho da la posibilidad de los acuerdos que sustentan la concordia, la armonía y la paz social.

Por mi parte, refrendo públicamente mi compromiso de trabajar en la construcción de acuerdos que permitan gobernar para construir una mejor realidad, por nuestros hijos, por nuestra sociedad, por nuestras ciudades, por nuestros pueblos y comunidades y por todos los que habitamos Querétaro.

Foto1 Dip. Ricardo Caballero González